En esta nota se presentan, en primer lugar, estimaciones de productividad laboral agregada, complementándose con estimaciones de productividad laboral para diversas actividades de bienes y servicios. Por último, dentro de la información disponible, se estiman los determinantes de la calificación del trabajo (estimada como salarios medios en empresas grandes).
La balanza comercial brasileña obtuvo en septiembre un superávit de USD 1,1 mil millones con exportaciones de USD 18,8 mil millones e importaciones de USD 17,7 mil millones. Las exportaciones tuvieron un crecimiento del 35,8% en relación a septiembre del año pasado, con una variación acumulada en el año de 29,6%. Las importaciones registraron un aumento de 41,5% en el mes y acumulan un crecimiento del 45,9%.
Sin lugar a dudas, el shock más importante que afectó a la economía durante el mes de octubre se registró en el plano político. El fallecimiento del ex presidente afectó de manera profunda los equilibrios políticos existentes y obligó tanto al gobierno y sus seguidores como a los partidos de oposición a rediseñar sus respectivas estrategias políticas. Como ese rediseño y la concertación de alianzas lleva tiempo, parecería natural recurrir a una metáfora de carácter musical y decir que, luego del impactante shock de hace dos semanas, en la Argentina se ha abierto un compás de espera.
Más allá de los efectos nocivos sobre indicadores sociales clave, la reaparición de inflación alta es preocupante porque afecta al desempeño de la moneda en sus funciones básicas. En contextos inflacionarios el sector privado huye del dinero en su función de almacén de valor, en tanto la pérdida de valor el lapso entre compras y ventas de bienes –que conocemos como impuesto inflacionario -puede ser considerable.
El Poder Ejecutivo envió el 31de agosto, tal como está previsto en la Constitución de la República, el proyecto de Ley de Presupuesto al Parlamento, donde actualmente se encuentra en proceso de discusión. En este artículo se analizan los números de ingresos y gasto presentados en el proyecto de ley para el período 2010-2014, al tiempo que se realizan algunas consideraciones sobre las implicancias económicas del comportamiento fiscal previsto.
Recientemente ha aparecido entre los policy makers un tema que hace rato está en los ámbitos académicos: el potencial “desajuste” de los tipos de cambio entre las principales economías del mundo. Estas semanas la presión de los países avanzados -y del FMI- hacia las economías emergentes, reclamándole que dejen apreciar sus monedas, y la rápida respuesta de Guido Mantega provocaron un deja vu que remite a las políticas de “empobrecer al vecino” que fueron tan usuales a la salida de la crisis del 29 y explicaron la autarquía comercial y financiera que reinó en los quince años siguientes. Por ello es útil preguntarse qué está detrás de este debate y qué puede esperarse de acá en más.
El nivel de actividad y los precios siguen evolucionando en línea con lo observado en meses recientes, lo que hace prever que el año 2010 cerrará con crecimiento e inflación altos. Cabe indicar, no obstante, que el nivel de actividad muestra una cierta desaceleración al tiempo que no ocurre lo mismo con la inflación. No sorprende, en este contexto, que la recaudación tributaria esté mostrando resultados muy positivos, con un ritmo de incremento que se ubica bien por encima de la inflación. Esta trayectoria recaudatoria hace que pueda descartarse la eventualidad de que el gobierno enfrente situaciones de iliquidez fiscal en el corto plazo, aún cuando el gasto público no detiene su marcha ascendente y se mantiene en niveles históricos récord. La situación externa también es favorable: las exportaciones han subido en circunstancias en que los precios de las commodities se mantienen y la economía Brasileña, por el momento, continúa presentando una combinación de tipo de cambio y nivel de actividad que resulta conveniente para sostener el ritmo de la actividad en nuestro país.
Los datos de cuentas nacionales recientemente publicados por el BCU indican que el PIB creció durante el segundo trimestre del año un 10,4% respecto de igual período del año anterior. Por su parte, la tasa de crecimiento ajustada por estacionalidad del trimestre alcanzó a 1,8% (equivalente a 7,2% en términos anualizados). Estos datos confirman que el nivel de actividad retomó durante el presente año una clara trayectoria expansiva, con registros de crecimiento similares a los observados previamente al crash global de finales de 2008 y comienzos de 2009.
La decisión de la Organización Mundial de Comercio del 28 de noviembre 1979 (L/4903) titulada “Differential and More Favorable Treatment, Reciprocity and Fuller Participation of Developing Countries” introdujo la posibilidad de tratamiento favorable y diferencial a estos países. La misma es reconocida como la Cláusula de Habilitación (“Enabling Clause”). Esta incluye básicamente: i) Preferencias arancelarias acordadas por países desarrollados (PD) a productos originados en los países en vías de desarrollo (PVD) de acuerdo al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP); ii) Tratamiento diferencial y mas favorable respecto a restricciones no arancelarias; iii) acuerdos regionales o globales entre PVD; iv) Tratamiento especial a los Países Menos Desarrollados (PMD) 1 dentro de los PVD; v) El objetivo es promover el comercio de los PVD; vi) No constituir un impedimento de reducción de restricciones sobre la base de la Nación más Favorecida (NMF): vii) El tratamiento puede ser modificado por los PD para responder a las necesidades de los PVD; viii) Los PD no esperan reciprocidad de los PVD que sea inconsistente con sus necesidades individuales.
Una mirada rápida a la evolución de la economía en el último par de meses podría llevar a la conclusión de que el cuadro no ha cambiado excesivamente en relación a lo que venía ocurriendo: la demanda agregada sigue entonada –aunque el ritmo de la producción se resintió debido a cuellos de botella puntuales– mientras la inflación sigue incólume su curso. Una mirada más atenta, sin embargo, revela factores que podrían devenir fácilmente en fuentes de inestabilidad. Entre esos factores sobresalen el deterioro de la situación internacional y los conflictos domésticos que afectan instituciones económicas muy básicas como los derechos de propiedad, la libre circulación de bienes y las relaciones del trabajo.