Vinculaciones entre organismos públicos de investigación y empresas en Latinoamérica

2010

La innovación ocurre fundamentalmente dentro de las empresas. Sin embargo, es un hecho establecido que las empresas no innovan aisladas sino que dependen fuertemente de su entorno: el aprendizaje y la innovación son procesos interactivos que requieren de una intensa comunicación entre diferentes actores. El enfoque de sistemas nacionales de innovación (SNI) (Lundvall, 1992, Nelson, 1993) sostiene que las posibilidades de innovación en una economía no dependen sólo del desempeño de organizaciones específicas como empresas u organismos públicos de investigación (OPI) sino que resulta igualmente importante el grado y tipo de relaciones que existan entre ellas para el intercambio de conocimiento. Por lo tanto, las vinculaciones entre OPI y empresas han recibido un interés creciente, tanto en la literatura como en las políticas públicas.

Desde hace aproximadamente dos décadas los gobiernos de muchos países decidieron promover las vinculaciones entre OPI y empresas con la expectativa de que el fortalecimiento de estas relaciones dinamizara el proceso de innovación. En el caso de los países de Latinoamérica, el impulso a las vinculaciones OPI-empresa se produjo junto con el imperativo de aumentar y diversificar las fuentes de financiamiento de los OPI que afrontaban serias reducciones en sus presupuestos.

La literatura incluye dentro del concepto de vinculaciones OPI-empresa a un conjunto variado de modalidades de intercambio de conocimiento (D'Este y Patel, 2007). En esta investigación, clasificamos esas modalidades en cuatro canales:

(i) Tradicional: es el producto de las actividades convencionales de las instituciones científico-tecnológicas (i.e. docencia e investigación) y constituye la forma tradicional en que las empresas se han beneficiado históricamente de las actividades de los OPI (e.g. contratar a los recién graduados, informarse mediante conferencias o publicaciones, etc.). El conocimiento fluye principalmente de los OPI a las empresas. La interacción personal no es necesaria.

(ii) Servicios: este canal incluye la prestación de servicios científico-tecnológicos a cambio de dinero (e.g. consultorías, uso/alquiler de equipamiento de los OPI para control de calidad o para pruebas, capacitación de personal de la empresa, etc.). El conocimiento fluye principalmente de los OPI a las empresas. Cuando existe interacción personal, ésta se establece sólo por el plazo que demora la provisión del servicio (i.e. generalmente durante períodos cortos).

(iii) Comercial: se trata del canal que les permite a los OPI comercializar sus resultados científicos (e.g. patentes, licencias de tecnología, desprendimientos de empresas (spin-offs), incubadoras, etc.). Dependiendo del acuerdo contractual que se establezca y del grado en que los investigadores se involucren en actividades empresariales o de apoyo, el conocimiento puede fluir en ambos sentidos. El contacto personal se establece al comienzo de la vinculación, pudiendo continuar luego dependiendo de las características específicas del acuerdo.

(iv) Bi-direccional: las interacciones que utilizan este canal están motivadas generalmente por ambiciones científico-académicas de los investigadores (e.g generar conocimiento novedoso, poner en práctica desarrollos teóricos, etc.) y por las estrategias de innovación de las empresas. Incluye modalidades de vinculación como  proyectos conjuntos de I+D, participación en redes, contratos de investigación, parques científico-tecnológicos, etc. El acervo de conocimiento de ambos actores está involucrado en este tipo de relaciones que normalmente implican contacto personal. Por tanto, el conocimiento fluye en ambos sentidos. En general, la vinculación se formaliza mediante acuerdos de cooperación de largo plazo. .

Asimismo la literatura identifica diversos beneficios que las empresas y los OPI perciben como resultado de sus vinculaciones. A los efectos de nuestra investigación hemos clasificado los beneficios de cada actor (i.e. empresas e investigadores) en beneficios de corto y de largo plazo.

Para las empresas, los beneficios de corto plazo son aquéllos que facilitan los procesos operativos de las empresas y están por tanto relacionados con las actividades rutinarias de producción de la empresa. Los beneficios de largo plazo están en cambio relacionados con las estrategias de búsqueda, o innovativas, de las empresas. Para tal fin utilizan el conocimiento acumulado en los OPI que les permita resolver cuellos de botella tecnológicos o mejorar la calidad de los productos y procesos.

Para los investigadores, llamamos beneficios de corto plazo aquéllos que responden a la motivación de ampliar las fuentes de recursos económicos que financien las investigaciones en curso y las futuras. En cambio, los beneficios de largo plazo son aquéllos relacionados con las oportunidades intelectuales que se abren a los investigadores cuando se involucran directamente en el campo de aplicación (e.g. fuentes de inspiración para investigaciones futuras, disposición un campo de aplicación para validar desarrollos teóricos, etc.).

Si bien hay razones para suponer que algunos canales de vinculación están mejor diseñados para ofrecer ciertos beneficios específicos (e.g. el canal de servicios suele ser el más efectivo para conseguir fondos adicionales para la investigación y suele también ser el arreglo contractual posiblemente más sencillo para que las empresas resuelvan problemas operativos –eg. control de calidad- mediante la utilización de equipamiento existente en los OPI), la literatura no ha sido muy rica en identificar cuáles son los mejores rendimientos de cada canal de vinculación en términos de beneficios para los actores involucrados. 

Por este motivo, nuestra pregunta de investigación es la siguiente: ¿Existe una asociación entre el canal utilizado para la vinculación y el tipo de beneficio que reciben los actores? La respuesta a esta pregunta tiene una relevancia crucial para el diseño de política y ha sido discutida en extensión en un Special Issue que será publicado este año en el journal Science and Public Policy (2010, en prensa).2  En esta introducción hemos resumido las principales ideas del marco conceptual y en lo que sigue presentaremos de manera muy sintética los resultados obtenidos de una comparación de Argentina, Brasil, Costa Rica y México. Empezaremos, sin embargo, por describir muy someramente las características de la vinculación OPI-empresa en estos cuatro casos nacionales.

La vinculación OPI-empresa en Latinoamérica

En todos los países analizados existen algunas actividades productivas en donde se observan vinculaciones entre OPI y empresas con resultados suficientemente satisfactorios en términos de innovación productiva (e.g. biotecnología agropecuaria en Argentina, aeronáutica en Brasil, café en Costa Rica e industria química en México). Sin embargo, la percepción general es que las actividades de producción y difusión de conocimiento científico-tecnológico tanto por parte de empresas como de OPI de estos países son más bien limitadas en perspectiva internacional –aunque evaluadas por sus logros los OPI han sido históricamente más exitosos que las empresas.3  Asimismo, existe un acuerdo generalizado en la literatura que las vinculaciones entre ambos actores son muy débiles. (Cassiolato, et al., 2003, Cimoli, 2000, López, 2007). Sin embargo, desde mediados de la década de los ‘90 en todos los países analizados ha crecido la promoción a este tipo de iniciativas así como la cantidad de vinculaciones existentes. Estos cambios han respondido generalmente a las presiones presupuestarias sobre los OPI y la difusión de ideas que cuestionan el papel del Estado como pilar principal de la producción científica; pero también fueron el resultado de los hallazgos de estudios de innovación que señalaron a las relaciones entre diferentes actores como condición necesaria para el desarrollo de los SNI.

Por otra parte, es necesario hacer notar que aunque las vinculaciones directas entre OPI y empresas hayan sido tradicionalmente escasas, de todas formas la investigación llevada a cabo en OPI fue clave para el éxito histórico de muchas actividades productivas en estos países. Por ejemplo, León y Losada (2002) destacan el desempeño del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) para el desarrollo del agro argentino y Suzigan y Albuquerque (2009) discuten la importancia de la investigación universitaria para el desarrollo de la aeronáutica, la siderurgia y el agro en Brasil. En término de los tipos de canales identificados en la introducción podríamos decir que estos casos de vinculación han sido fundamentalmente del tipo tradicional basados en la formación de recursos humanos y el acceso a información tecnológica; y en algunos casos también incluyeron modalidad de prestación de servicios fundamentalmente en pruebas y monitoreos de calidad. En cambio, los canales del tipo bi-direccional o comercial no estuvieron demasiado presentes en las vinculaciones OPI-empresa que existieron en los períodos previos a la promoción activa que comenzó a mediados de los ’90.

Análisis comparativo de la relación de canales y beneficios

En esta sección describiremos resultados que provienen tanto de estadística descriptiva como de análisis econométricos utilizando dos encuestas, una a investigadores y otra a empresas, que se realizaron de forma independiente en cada país durante el período 2007 a 2009.4  En cada una de estas encuestas existían preguntas que evaluaban, según la percepción del encuestado, la importancia de un listado de modalidades utilizadas para la vinculación así como de un listado de posibles beneficios obtenidos gracias a la vinculación. A los efectos de esta investigación y de acuerdo con el marco conceptual, hemos agrupado los canales en cuatro grupos y los beneficios en dos grupos por cada actor según se mencionó en la introducción.

A partir del análisis descriptivo de los datos se desprende que:

• Las empresas consideran que los beneficios que obtienen de la vinculación son principalmente de corto plazo, asociados con el apoyo a actividades de rutina de operaciones productivas.

• Los investigadores consideran que los principales beneficios son de largo plazo, asociados con las posibilidades de realizar nuevas investigaciones a futuro.

• Las empresas valoran fundamentalmente los canales tradicional y de servicios, principalmente aquellos relacionados con la formación de graduados para una futura contratación, la capacitación y el intercambio informal de información.

• En el caso de los investigadores, existen mayores diferencias entre países, aunque todos valoran, en más o en menos, el intercambio informal de información. Mientras que en Brasil y en Costa Rica los investigadores tienden a preferir el canal tradicional (sobre todo publicaciones y conferencias), en Argentina prefieren el canal de servicios (consultoría) y en México el canal bi-direccional (I+D conjunta).

• Tanto las empresas como los investigadores de todos los países coinciden en asignar poca importancia al canal comercial.

A partir del análisis econométrico  de los datos se desprende que5:

• Los canales más efectivos para generar beneficios intelectuales (i.e. de largo plazo para los investigadores) son el canal bi-direccional y el de servicios. El canal comercial, en cambio, tiene un efecto negativo sobre estos beneficios en Argentina, Brasil y México.

• El canal de servicios, de acuerdo a lo esperado, es el más efectivo para generar beneficios económicos (i.e. de corto plazo par los investigadores) en Argentina, Brasil y Costa Rica.

• Los canales tradicional y bi-direccional son los más efectivos para generar ambos tipos de beneficios en las empresas en todos los países. El bi-direccional es particularmente relevante como determinante de los beneficios de largo plazo (i.e. aquéllos relacionados con sus actividades de innovación).

Reflexiones finales

Este trabajo resume los resultados principales de una investigación realizada en Argentina, Brasil, Costa Rica y México que explora empíricamente la efectividad relativa de diferentes canales de vinculación entre empresas y organismos públicos de investigación (OPI).

Estos análisis empíricos se apoyan en un marco conceptual común que propone que la efectividad de la vinculación entre OPI-empresa depende de los canales de vinculación que se utilicen y del tipo de beneficios que se pretenda alcanzar. La validación empírica de esta prerrogativa tiene claras implicancias de políticas.

La promoción de las vinculaciones entre OPI y empresas es un instrumento utilizado comúnmente en las políticas en ciencia, tecnología e innovación. Esta promoción se sustenta en los desarrollos teóricos sobre los SNI, que sugieren que las relaciones entre los elementos del sistema son clave para explicar su desempeño. En general, la promoción política de las vinculaciones OPI-empresa asumió a las mismas como indistintamente beneficiosas para el mejoramiento del SNI.

La investigación que aquí se resume, en cambio, sugiere que las relaciones entre OPI y empresas pueden dar lugar a distintos tipos de beneficios, dependiendo principalmente de los canales que sean utilizados. La idea de que los beneficios que pueden obtenerse no son necesariamente homogéneos impone la necesidad de una promoción más selectiva de los canales de vinculación, en función de los objetivos de política específicos que se persigan. Por lo tanto, la pertinencia de esta  investigación radica en su contribución a un mejor y más informado diseño de la política en ciencia tecnología e innovación, que logre optimizar la promoción de las vinculaciones OPI-empresa.

Los cuatro países estudiados presentan características idiosincráticas en relación al tamaño de sus economías, la competitividad internacional de sus industrias, la intensidad de sus políticas en ciencia, tecnología e innovación, etc. Sin embargo comparten características similares en relación a los orígenes y evolución de sus OPI. Asimismo, los cambios en las políticas públicas que promovieron las  vinculaciones OPI-empresas se dieron simultáneamente en todos estos países.

Los resultados de esta investigación muestran que mientras los investigadores perciben principalmente beneficios de largo plazo relacionados con la posibilidad de realizar futuras investigaciones, las empresas observan fundamentalmente beneficios de corto plazo relacionados con sus rutinas operativas (en vez de beneficios que contribuyan con sus estrategias de búsquedas innovativas). Esto podría explicarse por el mayor desarrollo relativo del acervo de conocimiento de los OPI vis à vis el de  las empresas, como lo sugieren indicadores de desempeño internacional de estos dos sectores, que entonces los hacen más proclives a preferir y obtener beneficios de mayor profundidad intelectual. Sin embargo, la explicación podría también tener su origen el mayor horizonte de planificación del que suelen gozar los OPI cuando se los compara con las empresas. La literatura latinoamericana ha hecho hincapié en la baja previsibilidad del ambiente de negocios en el que producen las empresas - fundamentalmente debido a la incertidumbre macroeconómica- que las lleva a adoptar prácticas corto-placistas y defensivas (Arza, 2005, Cimoli y Katz, 2003). En cambio los OPI hasta cierto punto funcionan amparados por regulaciones propias que prolongan su horizonte de planificación. En otras palabras, aunque los investigadores operan en el mismo contexto macroeconómico, su trayectoria profesional es de alguna manera más estable que la de un empleado en un laboratorio de I+D de una empresa. De esta manera, los investigadores más que las empresas estarían en mejores condiciones de obtener beneficios de largo plazo como resultado de sus vinculaciones.

En términos de la efectividad de los canales, encontramos que los beneficios intelectuales (i.e. de largo plazo) de los investigadores son primeramente generados por los canales bi-direccional y de servicios. Estos últimos son asimismo el principal determinante de corto plazo asociados con la posibilidad de ampliar las fuentes de financiamiento. Para las empresas, son los canales bi-direccional y tradicional los más efectivos para desencadenar tanto beneficios de corto como de largo plazo. Sin embargo, el principal determinante de estos últimos es el canal bi-direccional.

En suma, el canal bi-direccional parecería ser el mejor preparado para producir beneficios de largo plazo para ambos actores; es decir, beneficios relacionados con la búsqueda de conocimiento novedoso. La explicación a este resultado debe buscarse en las mejores condiciones del canal bi-direccional para transmitir conocimiento tácito. Esto es así debido a que el canal bi-direccional se apoya generalmente en un intercambio personal de conocimiento, con arreglos contractuales de largo plazo y que implica un flujo de conocimiento en doble sentido. Dado que el conocimiento tácito generalmente transmite mayor novedad que el conocimiento codificado, es esperable que las vinculaciones OPI-empresas que utilicen este canal generen beneficios más profundos y duraderos (e.g. la resolución de cuellos de botella tecnológicos o la oportunidad para futuras investigaciones que resuelvan nuevos desafíos tecnológicos).

Asimismo, también se encontró que el canal comercial reduce los beneficios intelectuales (i.e. beneficios relacionados con las oportunidades que se abren para futuras investigaciones en los OPI). Este resultado tiene aristas preocupantes. Dado que el canal comercial por definición implica la comercialización de los resultados alcanzados por investigaciones pasadas, el signo negativo puede ser interpretado como una caída de las oportunidades de investigación futura en los OPI producto de la privatización de conocimiento que de otra manera hubiera continuado siendo parte del acervo público.

Finalmente, queremos señalar cuáles son, a nuestro entender, las principales implicancias de política de esta investigación. En primer lugar, como se ha sostenido más arriba, las vinculaciones OPI-empresa deberían ser apoyadas de manera selectiva. Se demostró aquí que no todos los canales de vinculación tienen el mismo impacto sobre diferentes tipos de beneficios. De esta manera, los hacedores de políticas deberían identificar los tipos de beneficios que se pretenden promover para diferentes actores y seleccionar de manera acorde las herramientas de política de apoyo a canales de vinculación específicos.

En segundo lugar, los efectos negativos que el canal comercial tiene sobre los beneficios intelectuales (i.e. de largo plazo para los investigadores) plantea el imperativo de limitar el riesgo de privatización de conocimiento de manera de para evitar la "tragedia de los comunes científicos" (tragedy of the scientific commons) (Nelson, 2004) que puede ocurrir si los actores, maximizando su propio beneficio, ponen en peligro la amplia difusión del conocimiento creado desde los OPI.

Notas 

1. Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Centro de Investigaciones para la Transformación (CENIT) – Argentina. Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla

2. Dicho special issue presentará cuatro estudios empíricos de casos latinoamericanos: Arza y Vazquez, para Argentina, Fernandes y otros para Brasil, Orozco y Ruiz para Costa Rica y Dutrénit y otros para México. El marco conceptual es común a todos los trabajos y fue realizado por Arza en otro artículo en el mismo special issue. Finalmente, el compilado concluye con un artículo comparativo a cargo de Dutrénit y Arza. Todos estos trabajos han sido realizados en el marco del proyecto “Interactions between universities and firms: searching for paths to support the changing role of universities in the South”, financiado por IDRC.

3. Por ejemplo, tres científicos argentinos que trabajaban en OPI argentinos ganaron Premios Nobel en Ciencias y un mexicano graduado en una universidad pública mexicana ganó el Premio Nobel de Química por una investigación en el MIT de EE.UU. Asimismo, la participación de las publicaciones de autores de estos países en el total de publicaciones mundiales indexadas en ISI Web of Science es mucho mayor que la participación de estos países en las patentes solicitadas a USPTO (United States Patent and Trademark Office).

4. En Argentina la encuesta se realizó a 136 investigadores y 592 empresas, incluyendo actores tanto vinculados como no. En Brasil, sólo se encuestaron actores con vinculaciones, incluyendo 891 grupos de investigación y 318 empresas. En Costa Rica se encuestaron 128 investigadores vinculados y un total 376 empresas con y sin vinculaciones. Finalmente en México, se encuestaron a 385 investigadores y 325 empresas, tanto vinculados como no vinculados.

5. Se estimaron modelos Heckman en los casos en que existía información sobre actores vinculados y no vinculados. De lo contrario se estimaron modelos de regresión lineal. Los dos tipos de beneficios por actor fueron las variables dependientes (i.e. se estimaron cuatro modelos en cada país). Las variables explicativas fundamentales en todos los modelos fueron los cuatro grupos de canales de vinculación. Los equipos de todos los países acordaron una metodología común de medición de beneficios y canales. 

Referencias

Arza, Valeria, (2005). 'Technological Performance, Economic Performance and Behaviour: A Study of Argentinean Firms During the 1990s', Innovation: management, policy and practice, Vol. 7, No. 2.

Cassiolato, J.E. , Lastres, H.M.M.  y Maciel, M.L, 2003,  (ed). Systems of Innovation and Development. Evidence from Brazil, . Cheltenham: Edward Elgar.

Cimoli, Mario, 2000,  (ed). Developing Innovation Systems: Mexico in a Global Context. London: Pinter Publisher.

Cimoli, Mario y Katz, Jorge, (2003). 'Structural Reforms, Technological Gaps and Economic Development: A Latin American Perspective', Industrial and Corporate Change, Vol. 12, No. 2. 387-411.

D'Este, P. y Patel, P., (2007). 'University - Industry Linkages in the Uk: What Are the Factors Underlying the Variety of Interactions with Industry?' Research Policy, Vol. 36, No. 9. 1295-1313.

León, C. y Losada, F., (2002). 'Ciencia Y Tecnología Agropecuarias Antes De La Creación Del Instituto Nacional De Tecnología Agropecuaria (Inta)', Revista Interdisciplinaria de Estudios Agrarios, Vol. 16, No. 35-90.

López, Andrés, (2007). Desarrollo Económico Y Sistema Nacional De Innovación: El Caso Argentino Desde 1860 Hasta 2001, Buenos Aires.

Lundvall, Bengt-Åke, (1992). National Systems of Innovation : Toward a Theory of Innovation and Interactive Learning, London ; New York: Pinter Publishers; Distributed exclusively in the USA and Canada by St. Martin's Press.

Nelson, R., (1993). 'National Innovation Systems: A Comparative Analysis', en (ed.), New York: Oxford University Press.

Nelson, Richard R., (2004). 'The Market Economy, and the Scientific Commons', Research Policy, Vol. 33, No. 3. 455-71.

Science and Public Policy, (2010, en prensa). 'Interactions between Public Research Organisations and Industry in Latin America: A Study on Channels and Benefits from the Perspective of Firms and Researchers', Special Issue.

Suzigan, Wilson y Albuquerque, Eduardo, (2009). 'The Underestimated Role of Universities for Development: Notes on Historical Roots of Brazilian System of Innovation', XVth WORLD ECONOMIC HISTORY CONGRESS, Utrecht, The Netherlands.

 

Enlace externo