Las autoridades económicas han estado pescando en aguas de apariencia tranquila y rendimientos políticos abundantes. El problema es que esas aguas se ubican en regiones en las que suelen formarse tormentas fuertes.
El mercado de la vivienda presenta algunas características particulares que lo hacen diferente a otros mercados de bienes. Los bienes inmuebles cumplen una doble función: por un lado constituyen un bien de consumo durable para los hogares que encuentran en él un cierto nivel de utilidad al ser usado como vivienda, por otro lado constituyen un activo de inversión alternativo ante la búsqueda de una renta futura ya sea por la venta o alquiler del inmueble.
Los países en desarrollo han venido incrementando de manera sostenida su participación en los flujos globales de inversión extranjera directa (IED). De un peso de apenas 1% en los ’70, pasaron a cerca del 14% en la pasada década (cuadro 1). En 2009 esa cifra trepó a casi el 21%, producto de la fuerte retracción de los flujos emitidos por los países desarrollados en el contexto de la crisis sistémica internacional.
A mediados del año pasado, cuando la recuperación mundial impulsada por masivas políticas de estímulo cumplía un año, el ministro de hacienda de Brasil, Guido Mantega, cuestionó severamente los efectos que dichas acciones de política estaban causando al mundo emergente - en particular en Brasil. Dijo: “estamos en el medio de una guerra internacional de divisas”. Su intervención no fue meramente protocolar: acusaba a la disputa entre China y los Estados Unidos por la pérdida de competitividad de Brasil en los últimos tiempos, la reducción de su superávit comercial y la proliferación de signos de desindustrialización en su economía.
Tanto la economía europea como la argentina siguen mostrando signos de que los desequilibrios existentes podrían profundizarse. En ninguno de los dos casos se trata de síntomas novedosos. Probablemente, el rasgo más sorprendente de la coyuntura es observar cómo se repiten respuestas de política que han demostrado muy poca efectividad en el pasado sin que, por otro lado, existan alternativas de política sólidas que estén siendo impulsadas de forma creíble en la arena política para actuar sobre las causas de los problemas.
Más allá de la mejora registrada en el balance comercial en los últimos meses, lo cierto es que las compras externas se expanden a tasas superiores a las ventas. En el año 2010 los ingresos por exportaciones crecieron un 32% mientras que los egresos por importaciones lo hicieron un 42%. ¿Cuáles son los principales rasgos de este boom importador?
Las reuniones de Copenhague y Cancún a fines de 2009 y 2010 marcaron el reconocimiento formal de que un acuerdo global para enfrentar el cambio climático es altamente improbable. Muy probablemente esto se confirmará en Durban a fines de este año. El tratamiento de “la más grande falla de mercado global” que haya conocido la humanidad, para usar palabras las de Sir Nicholas Stern, tiene demasiadas complejidades como para ser abordada satisfactoriamente en un contexto caracterizado por la incertidumbre, las transferencias inter-generacionales, las responsabilidades históricas asimétricas y fuertes disparidades en los niveles de desarrollo. La “demanda de cooperación” existe, pero la ausencia de liderazgo resulta en una “oferta de coordinación” que está muy por debajo de la necesaria.
En el plano internacional un conjunto de riesgos adversos latentes comenzaron a materializarse. La conjunción de problemas en Estados Unidos, en Europa y también en el mundo emergente parece revertir nuevamente las expectativas sobre el rumbo de la economía mundial y aleja un poco más el horizonte de la salida de la crisis.
En un contexto de intensos debates sobre la evolución del frente externo, las exportaciones de Brasil han tenido en el período post-crisis una evolución muy positiva, sobrepasando el nivel del pico previo al descalabro mundial y expandiéndose a tasas altas en la comparación regional (v. gráfico 1). ¿Cómo se explica este fenómeno y qué cambios están ocurriendo en el perfil exportador?
Las novedades más importantes en el último mes se originaron en el campo de la política y en la economía internacional. En lo internacional se destaca la rebaja de la calificación de la deuda griega en el contexto de intensas negociaciones para evitar una reestructuración. En el ámbito político local sobresalen dos hechos. El primero es que se frustró el acuerdo entre Alfonsín y Binner, lo que brinda evidencia adicional –por si hiciera falta– acerca de la reducida capacidad para acordar que tienen los distintos segmentos de la oposición. Para paliar en parte esta imagen, el candidato del radicalismo apuró la designación de su compañero de fórmula. El segundo hecho es el nuevo caso de descontrol que afecta esta vez a la construcción de viviendas financiadas con fondos públicos. Como ocurrió en el caso de las transferencias a obras sociales sindicales, el gobierno sigue enfrentando importantes problemas para asegurar el control y la transparencia en el manejo de los fondos públicos. Este nuevo traspié tiene potencial para generar bancos de neblina en un horizonte electoral que el gobierno imaginaba de visibilidad infinita. Por ejemplo, podría influir negativamente sobre la cercana elección en la Ciudad de Buenos Aires. Esto no hace más que reafirmar que en una situación en que la oposición ha perdido la iniciativa, las mayores amenazas políticas para el oficialismo se gestan en su propio seno.