En los últimos años el precio de la tierra ha crecido exponencialmente. Si comparamos el precio de venta promedio por hectárea de tierra en dólares corrientes (de acuerdo a datos de DIEA-MGAP) con el correspondiente al 2000, encontramos que el mismo se multiplicó 13 veces. El crecimiento es algo menor cuando se considera el precio en una unidad constante, en este caso en pesos constantes, habiéndose multiplicado casi por 5 en igual período.
La evidencia del comercio exterior de Brasil en los primeros diez meses de 2013 muestra un cuadro preocupante. Primero, las ventas externas crecen a tasas muy bajas, mientras que las importaciones lo hacen al 7%/8% al año, aún a pesar del bajo crecimiento del nivel de actividad. Segundo, las fuerzas recesivas en Europa han afectado a las exportaciones a dicho destino.
El gobierno ha anunciado cambios importantes en la conducción económica. A primera vista parece un cambio natural ya que Kicillof en muchos aspectos venía actuando como si fuera ya ministro. Sin embargo, también es cierto que no era el único que decidía. Por lo tanto, pareciera que la cuestión central hoy es hacerse una idea de cuáles de las iniciativas que se venían implementando se mantendrán y cuáles no. Y esto es correcto. Pero tampoco debería perderse mucho tiempo en ese ejercicio. El gobierno puede elegir hasta cierto punto qué camino transitar pero no puede elegir hacia dónde ir: la rapidez con que están cayendo las reservas no se lo permite. Vale la pena, entonces, por un lado, repasar brevemente qué venía pasando y, por otro, analizar por qué los grados de libertad para elegir son nulos en la coyuntura.
En un trabajo bastante desconocido referido a modelos de racionamiento, John R. Hicks comparó la dinámica macroeconómica de los cuarenta con la de los cincuenta de la siguiente manera: en los cuarenta el mecanismo de precios estaba inactivo debido a los controles cuantitativos, mientras que en los cincuenta el desafío tenía una alta dosis de incertidumbre: se trataba cómo resucitar el mecanismo de precios minimizando los costos asociados a la remoción de dichos controles. El debate puede trasladarse en tiempo y lugar, porque parece apropiado para analizar las dificultades del mercado de cambios de Argentina y sus posibles desarrollos en los próximos meses.
En septiembre de 2013 las exportaciones brasileñas registraron un incremento del 5,0 % respecto a septiembre del año pasado, mientras que las importaciones se expandieron un 8,0 % en la misma comparación. Sin embargo, la balanza comercial de septiembre fue superavitaria y significativa, del orden de USD2100 millones de dólares. Es la primera vez en el curso de 2013 que la balanza comercial brasileña acumula dos resultados mensuales positivos consecutivos. En el acumulado anual, sin embargo, las exportaciones todavía registran una disminución (-1,6 %), mientras que las importaciones crecen a un ritmo bastante significativo (8,7%), a pesar de la débil expansión de la actividad económica interna. En consecuencia, hasta septiembre la balanza comercial seguía mostrando resultados negativos (USD1600 millones), aunque los datos de la primera semana de octubre ya indican, por primera vez en 2013, un ligero superávit comercial en el valor acumulado.
La inflación del Congreso en setiembre fue del 2.1% (28% anualizada). El impulso provino en buena medida de los alimentos. Este patrón inflacionario no sorprende dado que el gobierno ha acelerado este año la depreciación del dólar oficial para evitar que la pérdida de competitividad se profundice y ello encarece los alimentos que son bienes transables. La mayor depreciación, no obstante, no ha sido suficiente ni para reducir la caída de reservas –que llegó al impactante valor de 1850 millones de dólares en setiembre– ni para achicar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que se ubica ya cerca del 70%. Esto tampoco sorprende cuando se considera que el déficit energético de agosto fue de 1200 millones y que la cuenta de turismo sigue con el grifo abierto
En un informe denominado: “Leveraging Paraguay´s Hydropower for Sustainable Economic Development”, el Earth Institute de la Universidad de Columbia presentaba, uno meses atrás, un análisis de las alternativas para un mejor uso de la energía eléctrica que corresponde a Paraguay en las dos hidroeléctricas binacionales, pero que no utiliza y cede a Brasil y Argentina.
En 2012 Uruguay completó una década de crecimiento ininterrumpido, lo que ha derivado en un incremento promedio del PIB mayor al 60% respecto de diez años atrás. La literatura económica suele reconocer como pilares fundamentales del crecimiento económico la acumulación de capital físico y de capital humano. En esta nota discutimos la favorable evolución del stock de capital en este período.
Uno de los hechos destacables de la dinámica global de los últimos meses es que las fuerzas recesivas parecen haberse volcado hacia el mundo emergente. En un contexto de bajo crecimiento global, los datos del primer semestre muestran que los principales países emergentes (el grupo de los BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) crecen a tasas sensiblemente más bajas que en 2011 y la primera mitad de 2012. En términos interanuales el crecimiento fue de 7.6 en China, 2.7 en India, 1.8 en Rusia, 1.8 en Sudáfrica, 2.6 en Brasil. Números muy distintos de los observados en el pasado reciente. En el primer semestre de 2011, por ejemplo, China crecía un 9.5%, India 9.2%, Rusia 3.5%, Sudáfrica 3.9% y Brasil 3.7%.
En días recientes falleció Ronald Coase, premio Nobel de economía. Las contribuciones de este economista referidas a los derechos de propiedad y la naturaleza de la empresa capitalista –junto con las herramientas metodológicas aportadas por la teoría de juegos– generaron una verdadera revolución en la teoría económica al dar nacimiento al enfoque institucional moderno. A modo de homenaje, utilizaremos un enfoque con sesgo institucionalista para interpretar la coyuntura macroeconómica de Argentina y su posible evolución.